Dentro de la Línea Z de editorial Dolmen, nos
encontramos ya con un muy amplio y variado catalogo de novelas, en las que el
protagonista indiscutible es el siempre querido zombi.
Ya a estas alturas nadie puede dudar sobre
el éxito que la editorial ha tenido con esta particular línea, por supuesto,
esto no es algo gratuito. Dolmen ha tenido éxito y sigue perseverando con la
literatura z, gracias a su cuidadoso y ya extenso catalogo.
Mi intención no es diseccionar punto por
punto las razones por las que una editorial tiene éxito, pero el planteamiento
inicial me era necesario para hablarles sobre, la que a mi parecer, sin duda es
de las mejores obras publicadas por Dolmen: Tom
Z Stone de J. E. Álamo.
En la actualidad no basta con escribir una
buena historia, también es necesario que esta no se quede dentro de los
parámetros esperados o que recurra a las clásicas figuras y situaciones que
cumplen. En las Apostillas al Nombre de
la Rosa, Umberto Eco, nos dice que uno como autor debe tenerle respeto al
lector, no darle todo en bandeja de plata, en otras palabras, darle la
oportunidad de sorprenderse por sí mismo con lo que va leyendo. En el caso
especifico de la literatura z (y de cualquiera de género) sucede que el lector
ya sabe desde el inicio a lo que se enfrentará, por lo que el sorprenderlo no
resulta una tarea sencilla.
En Tom
Z Stone no sólo nos encontramos con una historia muy bien escrita, sino que
igualmente se trata de una que tiene la capacidad de sorprender en cada página
por su planteamiento único.
Sin revelar demasiado de la trama, podemos
decir que se trata de una novela negra, en la que un investigador privado muy
particular se ve (sin proponérselo, por supuesto) inmiscuido en una serie de
eventos que nos revelan un universo en el que la figura del zombi no funciona tal
cual como lo tenemos conocido, pero que sin duda funciona muy bien. Y funciona gracias
a los personajes que se nos van presentando y con los cuales nos conectamos de inmediato,
pues cada uno cumple al detalle con el papel que le corresponde, haciendo que
sus apariciones (o desapariciones) le den impulso y solides a la historia.
Tom Z está tan bien escrito, que
continuamente nos olvidamos de que se trata de una novela zombi, y sólo caemos
en cuenta de ello hasta que recordamos que quien nos narra la historia es nada
más ni nada menos que un reanimado, uno muy particular.
Ya con Erico Lombardo,
el protagonista de Diario de un Zombi,
nos habíamos encontrado con la figura del zombi con conciencia, pero Álamo
lleva esta premisa mucho más allá de ello, presentándonos un mundo en el que a
los zombis no se les teme, se les tolera (en la medida en que el ser humano es
capaz de tolerar a quienes son diferentes).
La novela cumple, y lo hace de maravilla,
pues en ella encontramos un cariñoso homenaje a los Beatles (así como guiños a
otros elementos de la cultura pop), humor (negro, lo cual se agradece por su
mordacidad e inteligencia), un romance no tan típico, una atinada y siempre pertinente
crítica social, misterio, intriga, bellas mujeres, matones, mucho whisky y
zombis, no los olvidemos.
Sin lugar a dudas Álamo ha logrado crear una
gran historia y un personaje único, que no tardará en convertirse en un
referente obligado dentro del género zombi, y por qué no, de la novela negra en
general.
Para terminar, sólo puedo decir que Tom Z Stone es una novela que no debe
dejar de leerse (se sea o no seguidor del género Z), cuya continuación ya está
a la venta (en España) y que apunta a una tercera y apoteósica entrega que
esperamos vea muy pronto la luz.
Características
Titulo: Tom Z Stone
Autor(es): J. E. Álamo
Tema: novela negra, zombi
Editorial: Dolmen
Edición: Primera
Año: 2010
ISBN: 978-84-15296-02-7
Paginas: 312
Precio: $280 (pesos mexicanos)
Lo mejor
La trama, la construcción y presentación de personajes, la muy cuidada
fusión del género negro y el zombi.
Lo peor
Que su continuación aún no llega a tierras mexicanas y
que su tercera parte tardará su tiempo en llegar a nuestras bibliotecas.
Comentarios
Un saludo cariñoso para todos mis lectores mexicanos.