Patxi Larrabe es uno de los editores a cargo de NeoNauta ediciones, un buen amigo y una de las personas más interesantes que conozco. También es un apasionado del bolsilibro y nadie mejor que él para explicar un poco de qué trata el asunto. A continuación les dejo el fragmento de una entrevista que le hice para el portal La posada del terror:
LPT: ¿Por qué apostar por el bolsilibro en vez de
formatos más comunes?
Como te decía, de todas estas charlas previas que
mantuvimos Esteban y yo, teníamos claro que queríamos dotar de un matiz
especial a nuestros libros. En la era digital en la que vivimos, que está llena
de comodidades y que nos ha facilitado tanto la vida a todos, los “objetos
artísticos” en sí han perdido el valor de eso mismo: de objetos. Los discos,
los vídeos, las fotos y, por supuesto, los libros, se almacenan todos en el
mismo pendrive, tablet, PC o móvil. Distintos contenidos en un mismo
continente, todos apiñados. Nosotros creemos que cada creación es distinta y
que presentarlo en un formato físico u otro le da un valor añadido que los bits
no pueden conseguir.
En nuestro caso, la decisión fue sencilla. Nos encanta
el pulp, la literatura popular, y su máxima expresión en España se logró a
través del bolsilibro y de autores como Curtis Garland, H.S. Thels, Lem Ryan,
Lou Carrigan, Ralph Barby, etc. La “novela de a duro” (nombre que deriva de su
bajo precio) es, por así decirlo, nuestro pulp. Así que, ¿qué mejor manera de
tender un puente entre el pasado y el presente que con este formato tan
peculiar e identificado? Ante todo, retro-respeto.
LPT: Veo que su catálogo comienza con dos obras que, en
apariencia, lo único que tienen en común es el formato, ¿qué puedes contarnos
sobre ellas?
Sí, es cierto. Antiguamente, los bolsilibros solían
aparecer por colecciones organizadas por género dentro de la misma editorial:
terror, ciencia-ficción, románticos, western, etc. En nuestro caso, la
colección “Aventuras de bolsillo” es un poco un cajón desastre donde entran
todo tipo de propuestas clásicas, así como más modernas (zombi, steampunk,
etc.). Pero, yendo un paso más allá, pedimos por lo general a los autores que
no se corten a la hora de hibridar géneros y plantear propuestas bizarras.
¿Western con dinosaurios? ¿Zombis alienígenas en platillos voladores?
¿Pastiches retorcidos? ¡Bienvenidos sean!
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