X
Cinco minutos después de la última grabación…
Justo en este momento subo los peldaños de la escalera.
Grabo esto para escuchar mi propia voz y ayudarme a vencer el miedo. La luz de
mi lámpara no alumbra tanto como me gustaría, pero tendrá que bastar. La palma
de mi mano está tibia y húmeda en el área que envuelve la empuñadura del arma.
Un objeto cae pesadamente unos metros delante de mí. ¡Dios, es una de esas cosas, no, son tres, y vienen hacia
aquí…!
XI
Quince minutos después…
Logré escapar. Esos monstruos
son lentos, demasiado lentos, con suficiente espacio es fácil esquivarlos.
Ahora me encuentro dentro de una oficina que gracias a Dios se encontraba
abierta. Empotre la puerta con un escritorio y un archivero. Aquellas cosas parecen no tener suficiente
inteligencia como para intentar abrirla, tan sólo golpean una y otra vez la
madera y gimen, siempre gimen. Estoy a salvo, pero encerrado, únicamente hay
una salida y ellos están allí. Quizá
si espero lo suficiente esas cosas se
irán.
Comentarios